Innovar y Crear un Modelo de Turismo Sostenible. Entrevista a Severino García (II)

En la sociedad del conocimiento parte del futuro de la actividad económica se centra en la aportación de ideas, propuestas y métodos de trabajo desde sectores ajenos a la actividad del propio negocio. Un establecimiento turístico puede crear nuevas propuestas, contenidos emocionales cruzando su experiencia con disciplinas como la antropología, biología, agricultura, industrias culturales…. Es el motor de la Hibridación. Severino García responsable desde hace veinte años del complejo asturiano de agroturismo La Quintana de la Foncalada  nos comenta en este segundo post de nuestra entrevista su apuesta por la innovación y sus proyectos colaborativos con el Instituto Jane Goodall y la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente. 

¿Cuál es el mayor cambio que has percibido en el turismo rural en estos veinte años
de experiencia?

El turismo rural ha cambiado muchísimo a lo largo de estos veinte años. Si hablamos de la dimensión de la oferta, de la profesionalización, las tecnologías… Pero lo que resaltaría es el cambio en el entorno rural que ha supuesto la pérdida de diversidad, de actividad productiva tradicional, de población y la pérdida de gobernanza, del control económico y político en la creación y en la gestión de nuestra actividad a favor de la administración y de los inversores urbanos alejados del territorio.

 Desde un medio urbano puede sorprender que exista innovación en el medio rural. En 2010 fuiste galardonado por tus propuestas, ¿cómo surge la idea y el proceso innovador?

La idea es el resultado de estos veinte años de actividad y de creación continua de producto. Si sirve segmentar temporalmente, los diez primeros años fueron de preparación y elaboración de la oferta de alojamiento y estos diez últimos de consolidación de los contenidos esenciales desde la perspectiva del entorno con la creación del Ecomuseo Ca l’Asturcón, de la actividad ganadera identitaria y las razas autóctonas en peligro de extinción a la generación de unos recursos culturales y turísticos que implementan el alojamiento, lo singularizan y le dan sentido al viaje. Minimizar hasta anular la infraestructura alojativa a través de “Hórreo-Aventura”  para primar la percepción y la experiencia rural, es por lo tanto el resultado lógico y coherente con el planteamiento y la evolución de nuestra oferta global.

¿Cuál es vuestra estrategia de comunicación?¿Interactúais, conversáis con clientes vía redes?  

La estrategia es la comunicación entre lo rural y lo urbano. Comunicar con el viajero como sea, como él quiera y hasta dónde esté dispuesto, y con ello intentar responder a sus necesidades. No somos ni por generación, ni por profesión, expertos tecnológicos. Nos hemos adaptado a los cambios de estos últimos años, donde nuestro contacto con el exterior se limitaba primero al teléfono del bar del pueblo, luego a la tecnología analógica aplicada al teléfono rural, hasta llegar recientemente el ADSL a casa. Internet se ha convertido en nuestra herramienta de comunicación fundamental, más del 80% de las reservas se hacen por esa vía y de cara a la venta en otros países como Francia, Gran Bretaña o Alemania , es la  herramienta que  nos permite contratar más del 30% con público extranjero. En cuanto a las Redes Sociales, si bien interactuamos a través de Facebook o Twitter con nuestros clientes, su papel no es aún fundamental a la hora de captar, pero sí nos parece interesante para
fidelizar con el envío de fotos y noticias. Nuestra posición al respecto es de uso sosegado y en crecimiento para adaptarse a nuevos tiempos, pero sin agobio y como herramienta y no un fin en sí mismo.

Un concepto que empieza a emerger en turismo y, prácticamente en todos los sectores de actividad es el de hibridación; entrecruzar disciplinas y expertos en materias aparentemente sin relación para crear nuevas ideas de negocios y de desarrollo. ¿Los talleres que organizáis con el Instituto Jane Goodall  son un ejemplo de hibridación?

La conexión y la convergencia con otras experiencias y con otros sectores, es una práctica que se gesta desde el propio proyecto y su apuesta por la diversificación en la actividad  ya sea ganadera, artesana, cultural o turística; y la convergencia en la búsqueda de un modelo diferente, integral y
más sostenible como alternativa al modelo hegemónico que nos ha llevado a esta crisis. La colaboración con el Instituto Jane Goodall o la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, se va consolidando en proyectos comunes que tienen como marco los proyectos de ecoturismo que estamos
llevando a cabo a través de la Fundación Ecoagroturismo creada en el 2005 y con sede el el Ecomuseo Ca l’Asturcón. Este verano hemos organizado un encuentro de Ecotalleres donde el Instituto Jane Goodall participó con la presentación de sus actividades relacionadas con la
biodiversidad y el turismo responsable en el Hórreo del Ecomuseo.