Este fin de semana se ha celebrado en Jaén “Tierra Adentro”, XI Feria de Turismo Interior de Andalucía, una apuesta de la comunidad andaluza por profesionalizar y promocionar los destinos turísticos rurales.
Andalucía es obviamente una comunidad turística que este año ha visto crecer el número total de turistas aunque, según datos de la Junta de Andalucía, el crecimiento del turismo rural se ha frenado un punto respecto al pasado año cuando un 16% de los 3,6 millones de visitantes optaron por el turismo rural. Un punto porcentual dado la situación de la actividad económica nacional no es para hacer llamadas al pesimismo. Un informe de Top Rural indica que el 57% de los viajeros señala el precio como factor clave para optar por un destino y que, a pesar de la situación económica, un 64% de turistas opinan que el turismo rural es una buena opción económica para un viaje de corta estancia. Y algo importante según este estudio, el viajero rural suele corresponderse con un target de parejas o grupo de amigos por encima de los grupos familiares. El turismo rural, como todos los sectores de consumo se está segmentando en todas las comunidades autónomas y aparece un target de nivel económico y cultural medio-alto que demandan nuevas ofertas rurales.
¿Encuentran esos viajeros lo que esperaban en el destino rural? ¿Se les ofrece algo más además de gastronomía más o menos tradicional, tranquilidad “rural” y ofertas de turismo activo? ¿Conocen los viajeros a través de las redes las posibilidades del destino?
La respuesta afirmativa a esas preguntas no parece suficiente para buena parte de esos nuevos turistas rurales que no quieren únicamente la oferta de turismo rural de los “años dorados” del pasado siglo, cuando salir del hábitat urbano y alojarse en un establecimiento rural al calor de una chimenea, viendo la niebla a través de la ventana y desayunando queso fresco era todo un placer. Quieren eso pero más cosas. Ahora demandan (demandamos) EXPERIENCIAS y EMOCIONES, un concepto que los políticos responsables de las distintas administraciones turísticas empiezan a verbalizar aunque no se sabe con claridad si todos saben en que
se traduce “vender emoción”. Y para empezar a vender, además de saber claramente qué producto ponemos en el mercado hay que saber comunicarlo, no simplemente publicar la oferta de reservas anticipadas. EXPERIENCIAS y EMOCIONES quiere decir
CREAR CONTENIDOS, innovar, atreverse a imaginar, diseñar nuevas ofertas articulando las posibilidades de la zona y su entorno, su historia y contar con la participación de quienes viven en el territorio. Es el turismo híbrido.
Hay que señalar que un buen número de empresarios de establecimientos rurales pelean por abrir ese camino. En este blog hemos hablado con Severino García o Javier Solfa, cada uno desde su perspectiva quieren ofrecer al viajero Contenido, Experiencia y no sólo dormir en un hermoso entorno. Y algo sorprendente, en el travel bloggers meeting celebrado recientemente en Malaga, Leila Tekaia responsable de la Oficina de Turismo de Túnez nos comentaba su interés por atraer a su país ese tipo de viajero y no sólo al turista de resort. Para ella, ese es el nuevo turismo de calidad. Hablamos de un concepto turístico en crecimiento: el turismo slow.