La revolución tunecina de los Jazmines también revoluciona al sector turístico.
Túnez vive desde diciembre de 2010 una ola de cambios sociales mediante los que intenta situarse como un país plenamente democrático y con una sociedad civil asentada en el respeto de los derechos humanos y a los valores de su historia. Es el cambio que afecta a todos los sectores de actividad y como es lógico también al turismo. Es su gran industria, la fuente de ingresos que se ha visto muy mermada por el temor de los turistas occidentales a visitar el país sin que por el momento se haya producido ningún problema con los viajeros. Ese es el lado negativo de una industria que en 2010 perdió un 40% de turistas y que necesita recuperar rápidamente posicionamiento internacional.
¿Cómo? Ese es el lado positivo y sorprendente. Los gestores públicos quieren hacer convivir el turismo convencional de playa con el nuevo turismo creativo y de experiencias. La idea resulta sorprendente. Ante la pérdida de turistas lo lógico sería pensar en potenciar el turismo convencional, es decir, número de viajeros con estancias en “todo incluido” por encima de otros conceptos novedosos.
Durante el travel bloggers meeting celebrado a finales de septiembre en Málaga, Leila Tekaia, representante de la Oficina de Turismo de Túnez para España y Portugal nos sorprendió hablando de una oferta viajera para su país que pasaba por el agroturismo, hoteles rurales sostenibles, estancias en pequeños núcleos autóctonos de población, y una serie de actividades en las que incluía el turismo gastronómico, viajes culturales y antropológicos, talleres artísticos o estancias en antiguos campamentos del Paris-Dakar, ubicados en pleno desierto pero con servicios de calidad y base de actividades deportivas. En Turismo de Ideas queríamos conocer estas propuestas y conversamos con Leila Tekaia en su oficina de Madrid.
Para Leila el sector turístico tunecino debe mantener las
ofertas convencionales en las estupendas playas tunecinas pero es necesario potenciar y dar a conocer propuestas que son poco habituales en el norte de África y que se ofrecen en su país. “Existen más de cuarenta establecimientos pensados para viajeros que
buscan calidad, cultura autóctona y experiencias reales, conocer de verdad el país y a los tunecinos. Túnez puede
recorrerse de norte a sur alojándose en hoteles boutique, casas de huéspedes similares al concepto español de hotel con encanto y hoteles rurales ecológicos”. Leeila nos comenta que los responsables de estos establecimientos son en su mayoría tunecinos, forman parte de una nueva generación de emprendedores formados en muchos casos en universidades europeas y que han hecho una apuesta por recuperar casas tradicionales para convertirlas en alojamientos de calidad guardando en su interior toda la cultura del país. Están agrupándose en asociaciones como Edhiafa que les permite sumar fuerza de ventas y de presencia de imagen en el exterior. La apuesta es por aumentar el número de viajeros no en detrimento del turismo convencional pero si potenciando las visitas de viajeros que demandan vivir en el destino una experiencia real y que diseñan su propio viaje a través de la Red. La responsable de la Oficina de Turismo de Túnez sabe muy bien que ese turista tiene un poder adquisitivo estimable y un nivel cultural alto. Valora la diferencia y el conocimiento verdadero del país por encima de otras cuestiones. ¿Y la competencia? Libia vive también un proceso de profundos cambios políticos y sociales. Sus playas aún no han sido «contactadas» por el turismo y, sobre todo, cuenta con un patrimonio arqueológico impresionante. Pero como Leila señala habrá que ver. «Libia tiene petróleo. Nosotros no. Nosotros tenemos turismo y queremos que Túnez sea un destino para los nuevos viajeros.»
Es posible conocer las propuestas de turismo alternativo en Túnez en mille-et-une-tunisie, una guía de viajes y magazine cultural que publica información sobre el nuevo turismo en Túnez. Es también recomendable Les Ateliers du Roi sobre artes tradicionales. Más información sobre Túnez.