El Cine es un Atractivo Turístico

Málaga forma parte del proyecto europeo Euroscreen que aúna Turismo y Cine.

El cine y los actores forman parte de la industria del entretenimiento y de nuestra emoción individual y colectiva. Las buenas películas nos emocionan  y conocer los escenarios, las localizaciones donde se han producido es un contenido turístico que genera interés y negocio. España es un enorme set  cinematográfico. Por aquí han pasado mitos del cine y se han rodado desde grandes películas de Hollywood a cine de autor europeo. Sumar estos dos contenidos, cine y turismo no es nada nuevo pero tampoco es una herramienta suficientemente desarrollada. Málaga ha sido elegida  para formar parte del proyecto europeo  Euroscreen  que pretende impulsar el turismo en las ciudades a través de las producciones cinematográficas. Los países integrados en Euroscreen quieren que el cine y el turismo se conviertan en generadores de riqueza impulsando el rodaje de película  y de las empresas de servicios que necesita una producción (hostelería, comercio, etc). Esa es la primera parte de la actividad económica, la segunda es el turismo. Exhibida la película – con éxito, claro- los turistas querrán conocer las localizaciones de la ciudad donde se ha rodado.

La hibridación entre Cine y Turismo está dando buenos resultados en localidades turísticas como Llanes (Asturias) donde  se ofrecen rutas cinematográficas para conocer la famosa casona indiana utilizada en «El Orfanato» de Bayona o las localizaciones de las películas de Garci o de Gonzalo Suárez. En Andalucía, un territorio comparativamente enorme, Andalucia Film Comission   propone una Gran Ruta Cinematográfica por la Comunidad. Las visitas turísticas son uno de los negocios que origina la fusión turismo – cine pero la producción audiovisual aporta más valores a las ciudades o a los pueblos. Además de cine la industria produce series de televisión, publicidad o documentales, incluso se celebran diversos festivales que exhiben la producción audiovisual relacionada con el turismo; uno de estos festivales es Art & Tur  que se celebra en el mes de octubre en Portugal y existe una organización internacional, CIFFT que agrupa los festivales mundiales de este sector de actividad.

En el vídeo un ejemplo de hibridación turística. El spot de Coca – Cola rodado en Llanes para celebrar su 125 aniversario.

 

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Arte y Turismo Emocional


El turismo es como toda actividad socio económica una realidad abierta al análisis intelectual. Todas los meses se publican informes económicos, prospectivas, análisis del sector y cada cierto tiempo sociólogos o expertos en tendencias sociales nos ofrecen un punto de vista, una reflexión sobre la doble realidad humana del turismo, el hecho social – comunicacional, y el humano; el conocimiento personal de otras realidades, de otros espacios a través del viaje que siempre es perspectiva de emoción y entretenimiento. Estos días hemos encontrado varias reflexiones que pensamos que convergen en una manera de mirar el turismo como una actividad creadora y emocional.

Vicente Verdú publica un artículo en El País dónde reflexiona sobre Arte y Turismo a propósito del número de Revista de Occidente dedicado a esta temática. Verdú que conoce bien las tendencias de consumo cultural señala en su artículo: “Todo es turismo y todo turismo es a su vez, un arte: una singular manera de creación artística.//… el hecho turístico viene a explicar por qué hoy en el arte “vale todo” con tal de ofrecer distracción”. En otro diario, La Vanguardia, se publica una entrevista con Doménec Biosca , ensayista, conferenciante sobre temas turísticos, es decir un «evangelizador» de los nuevos modos de crear y consumir turismo. Doménec Biosca explica en la entrevista como uno de los grandes cambios del consumo turístico se relaciona con las emociones; una realidad sobre la que venimos insistiendo en Turismo de Ideas. Para Biosca hay que despertar las emociones. «Antes la gente iba de vacaciones; ahora quiere ser feliz de vacaciones. Hemos pasado del estar al ser. Antes, lo primero que reservábamos era el hotel, luego el transporte y, por último, las actividades, las emociones, lo que uno quiere vivir. Ahora el orden se ha invertido».

En esta ecuación falta un elemento importante, el precio; cuánto estamos dispuestos a pagar por vivir emociones que, -podemos deducir del artículo de Verdú- son distracciones, como visitar los mejores museos del mundo que son espacios temáticos de uso y consumo de emociones para el turista.

La experiencia, la emoción es ahora parte fundamental del éxito de  la oferta turística y del modo de comunicarla en las redes sociales. El responsable de un establecimiento turístico además de conocer el negocio, debe ser un gestor de los contenidos emocionales que ofrece a sus clientes. Y no nos referimos exclusivamente a un resort enclavado en un entorno natural que en si mismo es emocionante y permite fácilmente ofrecer experiencias al turista. Un pequeño establecimiento debe ofrecer también esa emoción.

Viajar y contemplar una obra de arte es un entretenimiento cultural, una emoción por la que se paga. Conocer la gastronomía de un destino de manera participativa, conociendo los productos, comprando e incluso cocinando esos alimentos dentro de un taller gastronómico en el restaurante del establecimiento dónde nos alojamos es una experiencia. Del mismo modo la participación del viajero en una actividad de patrimonio cultural  junto con quienes viven en esa localidad es una experiencia emocional. El valor está en comunicar esa oferta como una experiencia turística única y el añadido en generar nuevas actividades turísticas. Se trata de ofrecer al viajero la posibilidad de interactuar, de vivir experiencias y no de ser sólo un espectador de su propio viaje

Turismo Gastronómico y Cine en el Festival de San Sebastián

Comer, beber, amar -si es posible- e ir al cine es lo que nos propone el Festival de Cine de San Sebastián que se celebra del 16 al 24 de septiembre. En esta edición el Festival incluye una nueva sección: Culinary Zinema: Cine y Gastronomía  organizada por Basque Culinary Center y el Zinemaldia en dónde además de proyectar películas de ficción y documentales sobre la gastronomía podrá degustarse las creaciones gastronómicas de buena parte de los grandes cocineros de San Sebastián en cenas temáticas. A cada proyección le corresponde una cena temática. La sección se presenta bajo el concepto de  «7 películas, 7 temáticas,7 restaurantes, 7 cocineros». Las cenas tienen un precio muy competitivo, 50 euros y como es previsible la demanda está siendo muy alta. Aquí tenemos un buen ejemplo de como el cruce de disciplinas y conocimientos crean productos de interés. Nadie duda del enorme peso que la gastronomía española tiene en la elección de España como destino turístico para el turismo internacional de calidad y de importante poder adquisitivo. TVE emitió a principios de septiembre un interesante reportaje en dónde se mostraba el impacto de ese turismo en nuestro país. Lo que han hecho por optimizar la marca España cocineros como Ferra Adriá, -uno de nuestros innovadores oficiales-, Berasategui, Aduriz, Arzak,etc  es enorme y la fusión de cine, música y cocina, aunque no sea una novedad, si suma calidad a la oferta de quienes visiten Donosti que además podrán «interactuar» con los creadores culinarios degustando sus menús. .

En la sección Culinary Zinema se proyectarán siete producciones cinematográficos. En esa oferta destacan al menos tres películas: El Camino del Vino,  Mugaritz BSO y El Bulli Cooking in Progress, un documental sobre el proceso de creación de Adriá.

Mugaritz BSO es un ejemplo de hibridación entre cocina, música y cine. Si hay un cocinero que defienda con impetu el poder de las Emociones ese es Andoni Luis Aduriz que junto con el músico Felipe Ugarte transforman un menú gastronómico en una experiencia musical. Cada receta tiene su interpretación, su parelo en la composición musical.

En Culinay Zinema se proyectará otro documental que nos resulta impactante, El Camino del Vino una película argentina que relata las vivencia del sommelier Charlie Arturaola, un afamado sommelier que en un concurso de cata de vinos en Mendoza pierde, de pronto el sentido del gusto.

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